A los 26 años, la ingeniera Sandra Felsenstein comenzó a darle forma a la que sería una consultora para ayudar a diseñadores argentinos a comercializar sus productos en el exterior. Con el tiempo, modificó el core de negocio y se enfocó en brindar herramientas para pequeñas y medianas empresas. Este año proyecta facturar $ 3,2 millones.
La Argentina transitaba tiempos de recuperación económica, tras la crisis que había golpeado fuertemente a la sociedad en 2001, y los superávits gemelos se habían instaurado como una suerte de bandera que prometía algún tiempo de bonanza. Corría 2005 y Sandra Felsenstein, entonces una joven de 26 años, encontró una oportunidad de negocio al pensar en cómo podía ayudar a los diseñadores locales que buscasen comercializar sus productos en el exterior. Pero vio que había aún más posibilidades para avanzar, sobre todo, en los productos ofrecidos para pymes. Y así fundó, en 2006 y con una inversión inicial de u$s
13.000 (fondos propios), Dinka, una consultora que brinda servicios de gestión, profesionalización, desarrollo y optimización de recursos, lo que incluye reingeniería de procesos, reducción de costos, organización de estructuras y gestión comercial. En 2017 facturó $ 2,5 millones y espera cerrar este año con una facturación anual de $ 3,2 millones.
Formada como ingeniera Industrial en la Universidad de Buenos Aires, con un posgrado en Marketing Estratégico (Universidad de Belgrano) y varios cursos de especialización empresaria, como Think Diuerent (IAE Business School), Creative Lab (IAE), Comercio Exterior (Fundación BankBoston), TPM y Lean (J&J), entre otros, Felsenstein comenzó su carrera profesional en una planta industrial de la empresa Johnson & Johnson. Luego, trabajó en una firma financiera de alta trayectoria, analizando compañías europeas y de los Estados Unidos para el armado de portfolios de inversión. Posteriormente, ingresó a una consultora, asignada a la reingeniería de procesos para Quilmes y Techint. Por ese entonces, le ofrecieron la representación de Bicg una consultora española especializada en innovación y nuevas formas de trabajo para quienes lideró el proyecto de traslado de Repsol YPF en la Argentina a las nuevas torres de César Pelli en Puerto Madero.
Todas estas experiencias previas en empresas, si bien fueron muy importantes en su formación, finalmente confirmaron sus sospechas de que los escritorios no eran para ella y que lo que más la motivaba eran los desafíos, los constantes cambios, la no-monotonía, asegura.
«Por eso, un día pateé el escritorio y busqué lo que me haría feliz. El formato de empresa convencional ya no me resultaba atractivo. He recorrido un interesante camino hasta llegar a la consultora que somos hoy, descubriendo distintos tipos de empresas con sus necesidades diferenciadas. Vistas desde distintos ángulos, se puede llegar a diseñar un formato de servicios que calce justo a la medida de cada empresa», comparte Felsenstein.
Procesos de cambio
Su camino en empresas multinacionales le permitió notar que el cambio cultural y la implementación de nuevas herramientas de gestión suele ser muy lento. «El desafío de
trabajar con pequeñas y medianas firmas exige procesos constantes de cambio y que las mejoras se vean en forma rápida y continua. Requiere además, en muchos casos, replanteos de estrategias, enfrentar eventuales resistencias a los cambios, choques generacionales, reorganizar y optimizar recursos existentes. Justamente, esos son los desafíos que me decidieron a apostar a este segmento», agrega Felsenstein.
¿Cuáles fueron las primeras trabas que debió enfrentar al emprender? «Afortunadamente, no hemos encontrado demasiadas», sostiene con orgullo.
Y aclara que, como sucede en cualquier negocio que comienza su actividad, la tarea inicial consiste en atraer los primeros clientes, lo que requiere un esfuerzo al principio.
«Pero no fue tan difícil, ya que la propuesta resultó atractiva, entendimos una necesidad real del mercado y estábamos ofreciendo lo que varias pymes estaban necesitando».
¿Cómo lo hizo? «Por supuesto, comencé a promocionarme entre mi entorno más cercano y, también, a utilizar las herramientas informáticas que hoy tenemos a nuestra disposición. Fue a través de Internet que logré conseguir mi primer cliente. Fue muy importante para mí, y siempre lo recuerdo con mucho agradecimiento, ya que a las pocas semanas me recomendó a otras personas y así arrancó nuestro espiral de crecimiento».
El otro punto muy importante fue lograr la formación de un equipo de trabajo sólido y muy comprometido con el proyecto. «Necesitaba conformar un stau interdisciplinario, bien enfocado y con talentos y habilidades perfectamente definidas».
De cara a lo que queda del año, la emprendedora espera seguir creciendo en forma orgánica y sustentable, tanto en cuanto a clientes como también en lo que se refiere al equipo interno, que hoy está conformado por seis colaboradores que la acompañan en la tarea cotidiana. «Por otra parte, aumentar nuestra participación en proyectos en el interior del país y en otros países de la región», adelanta.
Dinka
Inicialmente, el nombre de la compañía fundada por la ingeniera industrial Sandra Felsenstein, Dinka, surgió de un juego de palabras: «Diseños Kontemporáneos Argentinos». «Es de cuando la empresa, en sus inicios, se dedicaba a la representación de diseñadores argentinos y a la comercialización de sus productos en el extranjero», comenta la emprendedora.
En la actualidad, la firma ofrece sus servicios para tres grandes grupos de empresas:
Empresas familiares y pymes grandes, que necesitan reestructurar, disminuir costos, ser más eficientes o hacer reingeniería de procesos.
Pymes más pequeñas que buscan profesionalizarse, incrementar su rentabilidad, replantear su estructura, posicionamiento en el mercado.
Start-ups, que normalmente son proyectos que confían en una idea pero que necesitan ayuda para hacer estudios de mercado, aportar valor agregado al proyecto, encontrar un modelo de negocios, armar un business plan y ponerlo en marcha.
Fundación: 2006
Facturación 2017: 2,5 millones
Inversión inicial: u$s 13.000
Empleados: 6
Ver más: https://www.cronista.com/pyme/negocios/Aprender-de-multinacionales-para-profesionalizar-las-pymes-20181010-0003.html