Porque tirar la relación de dependencia por la borda y zambullirse de lleno en ese proyecto que tenías pensado hace mucho tiempo vale la pena, te contamos los mejores tips para quede una vez por todas te animes a hacerlo.
Decir que ser emprendedor está de moda es falaz. Más bien, se podría decir que se trata de una generación de jóvenes en un momento socio-histórico determinado, que se abre a nuevas carreras, rubros y especialidades. Sus abuelos soñaban con «mi hijo el doctor», y muchos de sus hijos lo cumplieron. Pero los hijos de esos médicos, abogados y contadores, ya no todos se inclinan por las carreras tradicionales. Desde un mini emprendimiento gastronómico, hasta artesanías o muebles hechos a mano, son muchos los que buscan salir del esquema tradicional de empleo y poner la creatividad y el trabajo por cuenta propia como condición necesaria.
Pero para ser emprendedor hay que invertir tiempo y dinero y para eso, no hay que apostar a ciegas. Investigar sobre el rubro, comercios similares, posibilidades de crecimiento a corto y largo plazo es indispensable para transformar un sueño en un proyecto rentable.
Como dicen en Alcohólicos Anónimos, reconocer, en este caso que nuestro trabajo no va más y queremos ser independientes, es el primer paso. Para los otros pasos, te pasamos diez tips, asesorados por especialistas, que tenés que tener en cuenta.
1. Realizá un estudio de mercado exhaustivo: investigar el mercado potencial es fundamental. Esto es, conocer en profundidad los gustos, el comportamiento, las preferencias de nuestros potenciales clientes. Debemos intentar «meternos en la mente» de nuestros futuros clientes.
2. Analizá a la competencia: evaluar qué están haciendo nuestros potenciales competidores (qué ofrecen, cómo lo hacen, a qué precio, dónde se ubican, etc.)
3. Establecé claramente la diferenciación del producto o servicio que vamos a ofrecer (ya sea en cuanto al diseño en sí del producto o servicio, a la forma de distribución, servicio post-venta, etc.).
4. Lográ el equilibro justo para «ir para adelante». Sé positivo pero no ingenuo.
5. Armá una estrategia comercial, un plan comercial.
6. Hacé un análisis económico financiero: Para determinar la viabilidad económica del proyecto, deben realizarse las estimaciones correspondientes, cálculo de rentabilidad, punto de equilibrio necesario, tiempo de repago de la inversión, etc.
7. Definí si se vas a emprender solo o buscar un socio.
8. Capital inicial a invertir: evaluá la necesidad de contar con capitales externos.
9. Siempre conviene planificar: aunque sea a corto plazo, delineá el esqueleto en donde se asiente tu proyecto y ciertas metas-no imposibles- para alcanzar.
10. Tener en claro que cuando uno emprende, no trabaja menos, sino que en general es todo lo contrario. Estar dispuesto a invertir mucho tiempo y energía es fundamental.
Experta consultada: Ing. Sandra Felsenstein
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