Por Sandra Felsenstein, ingeniera industrial, directora de Dinka.

Una buena estrategia interna puede significar el éxito al encarar el mercado externo. Tal curso de acción podría implicar un “engranaje” diferente.

Algunos puntos claves son:


Mercado Destino: Los gustos de la sociedad que queremos “conquistar”, sus preferencias, consumos así como la competencia local existente, son factores determinantes al evaluar una inserción exitosa en ese mercado.


Volumen de producción: Muchas veces, éste es el factor de fracaso al intentar posicionarse en otros mercados. Es crucial realizar estimaciones lo más acertadas posible y analizar si los recursos de la empresa se alinearán a estas demandas (RRHH, materia prima, capacidad de producción, estructura). La contra-estacionalidad que puede existir también significa un desafío adicional en nuestros procesos productivos.

Precios: Al calcular los precios de los productos, debemos evaluar la mejor forma de cotizar (CIF, FOB, EXW, etc). Siempre hay que incluir todos los gastos asociados al proceso, sin desestimar las fluctuaciones en el cambio de divisas, desfasajes financieros, etcétera.

Logística: El comercio exterior implica un desafío logístico mucho mayor y cumplimientos más desafiantes. Para iniciarse en este campo, ”no hay una segunda oportunidad para una buena impresión”.