Es de suma importancia que este tipo de instrumentos sirvan no solamente para observar sino fundamentalmente para actuar, modificar y optimizar nuestra actividad y nuestros resultados.
Escribe Sandra Felsenstein
Después de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas por escalar”. En esta frase, Nelson Mandela simboliza en gran medida lo que nos pasa en el día a día al dirigir nuestras empresas, ya sea tratándose de compañías veterinarias o de cualquier otra industria…
Desafíos constantes, y situaciones en las que el líder constantemente se encuentra enfrentando decisiones para conducir al equipo de trabajo durante la gran travesía de escalar los obstáculos que se van presentando.
Siguiendo con este paralelismo, así como el alpinista debe contar con las referencias necesarias que le marquen el rumbo, todo líder necesita una estrategia que marque el norte, un plan que defina cómo se van a poder concretar las metas fijadas a través de objetivos alineados con la estrategia.
De esta forma, resulta indispensable contar con herramientas de gestión, como, por ejemplo, tableros de control, que reflejen la realidad del día a día de la empresa, demuestren cómo se está desarrollando la compañía en comparación con los objetivos preestablecidos, que ayuden a una toma de decisión eficiente y a lograr una delegación efectiva.
Herramientas concretas
Los tableros de gestión facilitan la operatoria diaria suministrando indicadores, alertas, estadísticas y una gran cantidad de información que permite ir monitoreando la actividad y encarar los posibles ajustes o modificaciones que fueran requeridos eventualmente. Puede suministrarnos información sobre el rendimiento de nuestra empresa, temas administrativos, registro y gestión de proveedores y clientes, stocks inmovilizados o con poca rotación, en fin, toda referencia que nos permita en definitiva optimizar el desarrollo y, en consecuencia promover el crecimiento de nuestra empresa o emprendimiento. Podemos decir que a través de un buen sistema de gestión se permitirá a los empresarios y directivos concentrarse en diseñar un buen planeamiento estratégico, basado en información auténtica y fidedigna.
La primera etapa de implementación puede resultar un poco ardua y dificultosa, pero la posibilidad de organizar estratégicamente la información y la perspectiva de obtener resultados exitosos bien valen la pena el esfuerzo.
Delegar es uno de los desafíos más difíciles que debe afrontar todo empresario cuando busca crecer y profesionalizarse. Por lo tanto, resulta necesario hacerlo de forma eficiente y con herramientas que faciliten este proceso.
El paso del control “por tareas” hacia el control “por objetivos” genera el emponderamiento de los colaboradores y logra mayor compromiso y consecuentemente mejores resultados. Por otra parte, procesos más simples se traducen en costos más bajos. Estos, en precios más competitivos y mayor rentabilidad para el empresario. Estas herramientas de gestión permiten alinearnos con más eficiencia y resultados superiores.
Cabe mencionar que el diseño y uso de este tipo de herramientas de gestión no constituyen un elemento estático. Con esto quiero significar que, si bien en un principio se establecerán pautas iniciales de metas, objetivos, información que se desea transmitir, elementos que se quieren medir y toda información que se desea monitorear, estos factores pueden ir variando con el tiempo, permitiendo ajustar en forma dinámica aquello sobre lo que queremos obtener información.
Asimismo, otra herramienta fundamental para lograr el éxito del proyecto es disponer de un buen plan de comunicación, tanto interno como externo.
El primero consiste en compartir con el equipo de trabajo toda la información inherente a las metas y objetivos mencionados al principio de esta nota, de forma clara y comprensible, fomentando la colaboración de sus miembros y motivándolos a trabajar en forma sinérgica.
Por otro lado, la comunicación externa consiste en los mensajes que se envían desde la empresa hacia los clientes, proveedores, competencia y público en general. Es la herramienta a través de la cual proyectamos nuestras fortalezas y los servicios que queremos promocionar.
En resumen, en la actualidad es cada vez más frecuente la aplicación de estas herramientas de gestión, ya que constituyen un poderoso medio de monitoreo de la actividad general de las empresas y permite traducir en acciones concretas los resultados obtenidos. Es de suma importancia que este tipo de instrumentos sirvan no solamente para observar sino fundamentalmente para actuar, modificar y optimizar nuestra actividad y nuestros resultados.